Mi mascarilla natural favorita.

Una mascarilla de belleza japonesa que forma parte de mi rutina, y es complemento perfecto para la salud de mi rostro.

El arroz, un poderoso ingrediente muy popular en Oriente, principalmente en Japón, popularmente utilizado para la belleza y la juventud. Aporta luminosidad y elasticidad a la piel, además de hidratar y reafirmar, posee un efecto antiarrugas y exfoliante que disminuye las manchas faciales, además de ayudar a controlar la producción de las glándulas sebáceas, con unos sorprendentes y espectaculares resultados.

Esto es debido a su alto contenido en nutrientes como el potasio, sodio, fósforo, calcio, diferentes aceites vegetales, hierro, provitamina A, vitamina B1y B12… etc.

Obtenemos una mascarilla que combate la flacidez y las líneas de expresión, estimula la circulación sanguínea, favoreciendo la oxigenación de la piel, cierra los poros, aporta brillo, luminosidad y una suave textura a la piel. Al mismo tiempo, extraemos un tónico, resultante de hervir el arroz, lleno de antioxidantes con alto poder blanqueante de las pequeñas manchas de la piel, en definitiva, una piel de porcelana con textura sedosa y luminosidad que realmente es sorprendente.

Ingredientes: una taza y media de agua, tres cucharadas de arroz, una cucharada de miel y una de leche.

Hervir el arroz sobre 15 minutos a fuego lento, colar y reservar el agua restante, la cual usaremos como tónico. Mezclar el arroz cocido con la miel y la leche, triturar hasta hacer una pasta homogénea. Con la piel limpia extender en rostro, cuello y escote y dejar actuar durante 15 minutos, posteriormente retirar con agua tibia y aplicar el tónico obtenido tras la cocción. Después hidratar la piel de forma habitual.